L’ Associació d’Amistat amb la República de Bielorrusia, fiel a sus principios, defiende y defenderá siempre la paz como requisito indispensable para el desarrollo de todos los pueblos del mundo.
Ha surgido, en los últimos días, una crisis que inquieta a los pueblos, originada por los combates que estallaron en el Cáucaso, en la frontera al sur de Rusia, a partir del ataque perpetrado por el gobierno de Georgia, en complicidad con el gobierno de Estados Unidos, al lanzar sus fuerzas armadas contra Tsjinvali, la capital de la República Autónoma de Osetia del Sur, el día 8 de agosto coincidiendo con la inauguración de los Juegos Olímpicos en Beijing.
Al desintegrarse la URSS, Osetia del Sur, anexada por la fuerza a Georgia, con la cual no compartía nacionalidad ni cultura, conservó su condición de república autónoma con sus autoridades locales y su capital. Es falso, por lo tanto, que Georgia esté defendiendo la soberanía nacional.
Las tropas rusas estaban legalmente en Osetia del Sur en cuanto fuerza destinada a garantizar la paz, como conoce la opinión internacional; no cometieron, pues, ninguna ilegalidad.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para las Refugiados calculó en 100.000 el número de desplazados en el conflicto que huyeron a la vecina región rusa de Osetia del Norte, se movieron dentro de la república o salieron de la ciudad georgiana de Gori.
L’ Associació d’Amistat amb la República de Bielorrusia lamenta profunda y sinceramente, y no de forma retórica, la pérdida de vidas humanas y el sufrimiento generado por este conflicto. Responsabilizamos a Bush y Cheney por su decisión de que era el momento idóneo para liquidar militarmente a la zona autónoma de Osetia del Sur; repetir después la operación en la zona autónoma de Abjazia e integrar después a Georgia en la OTAN. Mijail Saakashvili, presidente de Georgia ejecutó a la perfección los deseos de los dirigentes del único país en el planeta que ha hecho uso de armamento de destrucción masiva.
Denunciamos y acusamos a Bush, Cheney y Saakashvili como autores intelectuales de crímenes de lesa humanidad cometidos contra la población civil de Osetia.
La reacción del gobierno de la Federación Rusa ante esta nueva conspiración imperial oligárquica ha sido oportuna y correcta.
Las hordas militares de Saakashvichi, reforzadas por militares yanquis traídos desde Irak, fueron aplastadas con rapidez y eficiencia por las fuerzas armadas rusas. Putin aprovechó su ventaja militar para consolidar las posiciones rusas y, posteriormente, firmó una tregua con Georgia, orquestada por Sarkozy.
Oficiales del Pentagono revelaron que no habían contado con una reacción tan rápida y contundente de su adversario. Condoleeza Rice advirtió a Putin de que Rusia ya no es lo que fue la Unión Soviética. Es cierto, tampoco USA podrá volver a jugar el papel que jugó en el pasado. Condoleza Rice haría bien en no menospreciar a Rusia y en considerar que Putin, al que hemos criticado en no pocas ocasiones, no es un inepto veleta como Gorbachov, ni un alcohólico manipulable como Yeltsin.
El subjefe del Estado Mayor ruso, general Anatoly Nogovitsyn, subrayó que las medidas de mantenimiento de la paz se realizaron para debilitar el potencial militar del agresor georgiano, que le impida ni siquiera pensar en repetir su intento de ocupar a Osetia del Sur. La administración rusa ha utilizado el único lenguaje que los conspiradores imperialistas son capaces de entender: el poder de la disuasión.
L’ Associació d’Amistat amb la República de Bielorrusia, fiel a sus principios, se opone a cualquier estrategia imperialista de ingerencia en asuntos externos, apuesta por el derecho democrático a la libre determinación de los pueblos, y, considera legítimo la utilización de cualquier forma de lucha para disuadir al imperialismo en sus tentativas de dominar el planeta. L’ Associació d’Amistat amb la República de Bielorrusia se solidariza con los pueblos de Osetia del Sur, Abjazia y Pridnestrovie.
