Solidaridad con la República de Bielorrusia

Blog dedicado a la Solidaridad con la República de Bielorrusia,foco de resistencia al mundialismo en Europa y solidario con el pueblo bielorruso,apoyando su firme determinación de construir un futuro estable y libre de las injerencias occidentales. En el blog aparecerán artículos referentes a este país,y será punto de encuentro para aquellos camaradas que quieran unirse al proyecto de crear un Comité de Solidaridad con la República de Bielorrusia.

dilluns, de març 16, 2009

por la mañana de un día nuevo

Por la mañana de un día nuevo
Las ciudades belarusas festejan el 65o aniversario de la liberación de los invasores fascistas alemanes.

Fue el comienzo de la Gran Victoria. El regreso al mundo y a la vida. El noviembre de 1943. Gómel fue arruinada. El ejército alemán se aferraba a cualquier metro de la tierra ajeno que se perdía. Pero las tropas soviéticas limpiaban con entusiasmo del enemigo el espacio de las ciudades y los pueblos natales. El 26 de noviembre de 1943 después de tres años de ocupación y las batallas crueles Gómel se liberó — una de las primeras ciudades libres belarusas. En uno de los muros medio destruidos apareció la inscripción: “Te renaceremos, querido Gómel”.

El día de la victoria
Por la mañana del 26 de noviembre de 2008 en una de las calles centrales de Gómel, excavando un atrinchera, los constructores descubrieron… una bomba aérea de los tiempos de la Gran Guerra Patria. Así comenzó el día del 65o aniversario — con una vuelta realista al pasado.
— Es la fiesta más alegre que he tenido y tengo en mi vida, — la ciudadana Sofia Osipkova toda la guerra la pasó sin abandonar Gómel, participando en el movimiento clandestino. — No se puede decir que nos sentíamos felices. Estábamos trastornados cuando en nuestras vidas irrumpió el 26 de noviembre, a pesar de que nos costó muchas pruebas y pérdidas humanas.
Aquel día todos los que podían llegaron al cementerio común de la ciudad. En vísperas de la celebración durante las obras de construcción fueron encontrados los restos de un oficial soviético, que pereció en 1941. Junto a él yacía un bloc de notas y varias granadas. Lo enterraron con solemnidad y según las tradiciones ortodoxas para que el alma tempestuosa después de seis décadas encontrara su calma.
El tedéum de todos los fallecidos en la catedral principal de la ciudad de San Pedro y San Pablo, la ofrenda floral al pie de los monumentos conmemorativos, las entrevistas con los testigos vivos de aquellos acontecimientos… Así fue el día del aniversario. Atrajo también la atención de los científicos, que se reunieron para la conferencia de ciencia práctica internacional “Las páginas de la historia de guerras de la región de Gómel”.
— En el pasado de la Patria hay muchos vacíos, así explicaron el interés de los históricos los organizadores de la conferencia. Las investigaciones continúan y descubren los sucesos nuevos, poco estudiados antes o desconocidos por completo.
A lo mejor en el funcionamiento de esta conferencia, que promete convertirse en una tradición, participarán los alumnos de la escuela secundaria № 2 de la ciudad. Mientras tanto todos están ocupados en sus propias investigaciones pequeñas, cuyo resultado fue la apertura el 26 de noviembre del museo escolar bastante específico. Trata sobre la historia de la escuela a través de los acontecimientos de la Gran Guerra Patria. Y no es nada casual, ya que entre los alumnos y los empleados del colegio hay Héroes de la Unión Soviética Gueorguiy Sklezniov, Iván Kalenikov, Borís Kalach.
Los héroes vivos
de nuestro tiempo
Iván Martýnov baja por las escaleras despacito. Una cazadora de entretiempo, un sombrero de fieltro gris. Se parece a un simple jubilado que abundan en la ciudad. Sin embargo sé que es aquel mismo Héroe de nuestro tiempo.
— ¿Cuántas veces estuve en Gómel? — vamos juntos al Museo de Gloria Militar de la Provincia de Gómel. — Pues, la primera vez fue en noviembre de 1943, durante la operación de Gómel y Réchitsa, cuando “limpiábamos” aquel territorio. Después estuve aquí después de la guerra en el 50º aniversario de la liberación, el 60º y ahora en el 65º aniversario. ¡Quién lo hubiera creído!.. Y la ciudad es muy bonita. Es que estaba reducida a escombros. No había una casa a la puerta de la cual pudiéramos llamar para descansar un poco.
Para el aniversario vino de Moscú el teniente general de reserva Martýnov con sus cinco compañeros de división de fusileros de la guardia número 121 de Gómel. Gracias a esta división el día 26 de noviembre de 1943 la cuidad comenzó su vida libre. El grupo de artillería antitanque, dirigido por Martýnov de 20 años de edad, avanzaba por la frontera nororiental de la tierra de Gómel, expulsando las tropas alemanas, dispuestas a retirarse, aunque seguía agarrándose a la posibilidad de sobrevivir.
— ¿Por qué recibió Usted la orden de la Estrella del Héroe de la Unión Soviética? — pregunto para escuchar su historia principal.
— Es por el paso del Oder. Y la Orden de Aleksandr Nevskiy me la otorgaron por el ataque en las afueras de Litvinovichi de la provincia de Gómel. Nos costó mucho reconquistar la aldea.
— ¿Usted mismo también animaba a los soldados? — es que según las películas puedo imaginarme aquel arrebato, pero en la realidad no: levantarse para morir….
— Soy coronel, — explica el veterano. — Tuve seis asaltos durante la guerra. Pero sabes, hasta el momento no puedo comprender el poder increíble del grito “Hurra”. Mientras no existe, la razón funciona, se conserva el instituto de conservación. Pero en cuanto gritas, todo desaparece. Dejas de sentir algo. Pierdes la conciencia y avanzas — aunque suenen las balas, aunque debas luchar cuerpo a cuerpo. En la batalla en las afueras de Litvinovichi fui herido — con una bala explosiva en la cadera. Varios meses en la cama y otra vez al frente.
Iván Petróvich me hace una excursión por el museo — de un “cristal” al “otro”, por detrás del cual hay más que un pasado simple. Habla conmigo y a la vez consigo.
Esta guerrera es casi como la mía. Tengo una muy parecida guardada en el armario. ¿Y estas imágenes de Gómel y de las aldeas vecinas arruinadas? No me acuerdo bien. Anda, pero es el cañón de división de 76 milímetros — “ZIS-3, querido, diseñado por Grabin”, que he llevado tanto en la correa. Donde no podía pasar el caballo, en una ciénaga por ejemplo, lo tirábamos nosotros mismos. Y es una cosa muy buena. Dicen que en un museo francés lo exponen como una de las mejores muestras del armamento. ¿Mish, cuántos tanques hice volar con él? — pregunta a su amigo Mikhaíl Ivánovich Zakhárov, presidente de la organización de veteranos de la división de fusileros de la guardia número 121, que también está en la sala.
— 86, Vania…

El pasado para el futuro
En el Museo de Gloria Militar de la provincia hay muchos visitantes, como nunca antes. Entre ellos muchos jóvenes y ancianos.
— Ante todo nuestro museo revela el tema de la protección de la Patria, — hace una breve digresión para mí el director Pável Zhdanovich. — Mediante las exposiciones se puede observar la guerra como fenómeno — de los tiempos de radímichi y hasta la actualidad. Sin embargo el hincapié se hace en el tema de la Gran Guerra Patria. Está reflejada tanto en las muestras en el museo como en la exposición de la maquinaria a cielo abierto.
El helicóptero, el avión, los refugios, los cañones M-42, la famosa “Katiusha”, otro cañón — aquello que se puede tocar… Y en las salas con ayuda de los documentos, las fotos, las armas y las cosas se revelan los acontecimientos del período de la guerra. Aquí está representado un material rico sobre los destacados jefes militares Rokossovskiy, Gorbátov, Bátov, Zhúkov, los héroes de la guerra — hermanos Liziukov. Se detallan los hechos conocidos. Así por ejemplo, precisamente durante los combates en las afueras de Gómel el ejército usó por primera vez el mixto de inflamación contra los tanques. El teniente general Andrei Yeriómenko, al comprender la fuerza de los ataques alemanes de tanque, ordenó en el almacén de Gómel llenar con la mezcla de gasolina y substancias que contienen el fósforo 10 mil botellas de cristal de vino, que los fascistas después denominaron como “cóctel Molotov”. Una “granada” casera fue encontrada durante las obras de construcción en la plaza central de la ciudad… Entre las muestras del museo se puede ver otras rarezas. Por ejemplo, la cantimplora de Hitler. Según contó uno de los testigos, ése trofeo encontró en el búnker de Hitler el participante del asalto de Berlín nativo de Gómel Mankov y posiblemente pertenecía al führer hasta que en Alemania entraran los soldados soviéticos.
Los proyectos nuevos dedicados al tema bélico nos testimonian el interés hacia los hechos no sólo de los belarusos. El último proyecto –65o aniversario de la liberación — decidieron realizarlo juntos Gómel y su ciudad escocesa hermanada de Aberdeen. En el museo por primera vez fue inaugurada la exposición que nos da a conocer la historia de guerras de Escocia:
— Trajimos las mejores muestras del museo de Aberdeen del Ejército de Escocia Gordon Highlander, — presentó la exposición el alcalde de Aberdeen Peter Stephen. — Son 200 años de historia de la Patria que incluyen también las páginas de la Segunda Guerra Mundial. Escocia, por supuesto, no sufrió tantos daños como Belarús. Tampoco perdimos tanta gente, pero nuestro pueblo deplora a los muertos junto a vosotros. Y nuestros hijos deben entender que no debe repetirse nunca algo parecido…

Violetta Draliuk
Extraído de la web en español de Belarus Magazine www.belarus-magazine.by