La desintegración y destrucción de la Unión Soviética, perpetrada por fuerzas contrarrevolucionarias dentro de la URSS, no sin la incondicional ayuda de capital extranjero, ha generado una situación de privatización, y privación; de despoblación de grandes áreas; de rupturas económicas inmensas; de pérdida de niveles sostenibles de vida, de salud pública, de facilidades educativas y de desarrollo cultural. Se ha procedido, pues, a la eliminación de setenta años de desarrollo socialista. Además, a nivel global, el poder popular está sufriendo grandes pérdidas, como consecuencia directa de la proliferación de ataques a sus organizaciones.
Desde el bombardeo deliberado y la destrucción militar del Soviet Supremo Ruso, ocurrido en octubre de 1993, se ha ido produciendo una consolidación de fuerzas políticas corruptas y traidoras que, desde entonces, ejercitan el control estatal y militar sobre el pueblo y su destino. Desde entonces, perdura un saqueo social, económico y cultural de esta sociedad, que se incrementa día a día. Esta situación caótica en esta sexta parte del planeta, que, una vez, fue un soviet socialista, va acompañada, mundialmente, por una degradación y un asalto al bienestar y al poder democrático de los pueblos del llamado Tercer Mundo, sometidos a condiciones intensas de explotación y reducción económica, síntomas cada vez más acusados también en los países industrializados y en las economías capitalistas. Estas tendencias gemelas de incremento en la explotación y la degradación en la vida de los pueblos son experiencias vivas a escala mundial y describen realidades omnipresentes. Sin lugar a dudas, dicha degradación, intensificada universalmente, representa un resultado directo de la destrucción de la URSS.
La Asociación de Amistad con la República de Bielorrusia rinde homenaje de admiración y respeto a aquellos que se alzaron en defensa del Soviet Supremo bombardeado por orden del criminal de estado Borís Yeltsin y no dudaron en sacrificar sus vidas, en nombre de la razón, del socialismo y de la Patria Soviética en octubre de 1993.
La Asociación de Amistad con la República de Bielorrusia se solidariza con todos los ciudadanos de la antigua Unión Soviética que luchan por su reunificación en un estado socialista.
Jamás olvidaremos el enorme sacrificio en vidas humanas realizado por el pueblo sovietico para liberar a la humanidad del nazi-fascismo. El pueblo soviético, víctima hoy de la barbarie capitalista, ha sido y es el buque insignia de la liberación nacional y social de los pueblos del mundo.
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