Una inversión única en el futuro

Una inversión única en el futuro
Los delgados rayos de la luz dirigida se estrellan contra las células de los platillos de estilo de los reflectores y suavemente, sin molestar los ojos, se difunden por las salas vastas. Ud. pasa por el piso transparente hacia el lugar de trabajo automatizado. La toma de los encargos en la computadora, cuando se conoce el programa, ocupa no más de un minuto. Además, es lo suficientemente sencillo e incluso un usuario no preparado es capaz rapidamente de asimilarlo. Al presionar la tecla “enter” envía el pedido al cerebro electrónico que, gastando una fracción de segundo en su elaboración, entrega la orden al autómata-ejecutor. En este tiempo, en una parte sobre la cabeza, unas diez plantas más arriba, revive un mecanismo fino. Encuentra lo buscado y lo envía a su destinatario por el teleascensor. Hay un murmullo, que apenas se escucha, del carro, que aparece desde el techo y se desplaza suavemente por una guía alabeada hacia abajo, viene a anunciar el cumplimiento del encargo. Ud. se queda inmóvil en el silencio de la sala en el lugar personal de trabajo, Ud. abre el pedido y se sumerge en el mundo de los nuevos conocimientos... Aún un poco tiempo atrás estas líneas habrían servido más para un relato de ciencia ficción que para un reportaje periodístico desde el lugar del acontecimiento. Sí, también los elaboradores del nuevo proyecto de la Biblioteca Nacional en su tiempo dudosamente pudieron incluso mentalmente acercarse a la representación de cómo va a ser el “relleno” y la funcionalidad de la instalación. Ya después de la ceremonia de inauguración, conversando con los periodistas, Aleksandr Lukashenko reconoció: el proyecto se corregía casi cada día. “Si nosotros hubiéramos construido de acuerdo con las normas antiguas, como hace tiempo se pensaba, Uds. nos habrían criticado”,- señaló él. Por esa razón todas las novedades, todas las soluciones de avanzada que alguien en algún lugar veía, de inmediato se aplicaban en la nueva construcción. Le venían al caso — se introducían. Con la particularidad de que lo hicimos con las fuerzas de nuestros especialistas bielorrusos. “Esto es una gran escuela para nuestro país”, — está convencido el Presidente.Comenzaron a construir una biblioteca, en cambio erigieron el mayor centro sociocultural e informativo. Esto es realmente un pozo de conocimientos, cuyas posibilidades en alto grado no se limitan al gran contenido del fondo propio. La biblioteca de Minsk está unida por medio de comunicaciones modernas con las instituciones socias en todo el mundo. Se ha convertido en una parte del tesoro intelectual del planeta.El complejo es único — es un rasgo digno para la historia contemporánea del país en el siglo XXI de la educación — en la época de los conocimientos, de las tecnologías y del intelecto. Pasarán unos años, y Minsk, y las otras ciudades bielorrusas se van a adornar con edificios no menos hermosos y funcionales. Muy luego comenzará la construcción del complejo deportivo-cultural “Minsk-Arena”. Hay además una serie de proyectos interesantes. Pero la biblioteca siempre va a ocupar tanto en la arquitectura como en la historia de la ciudad un lugar especial. Es demasiado grande el relleno de la concepción de este proyecto.Bueno, incluso la experiencia adquirida por los constructores se convierte en algo aún más valioso para el desarrollo. Ya hoy día a los especialistas bielorrusos los invitan para trabajar en otros países. En una palabra, la maestría está solicitada. Aunque de varias proposiciones se han tenido que negarse. Aleksandr Lukashenko señaló que nosotros nos hemos acercado al límite cuando faltan constructores incluso para nuestras propias obras. El país se construye en forma más y más activa. Sobre todo en las regiones. En cambio las capacidades de construcción locales sufrieron muy fuerte en el período de la crisis post soviética. Pero su restauración permitirá resolver el problema. Y tal tarea está puesta por delante.
Extraído de la web de Belarus magazine www.belarus-magazine.by